La obra, transcurre en un ambiente libre de contaminación, en donde su protagonista convive con todos y cada uno de los seres de la naturaleza. Incluye el lenguaje de señas, como una forma de acercar a los niños, jóvenes y padres con discapacidad auditiva a este relato fantástico y lleno de color.
La historia es narrada por una amiga duende, de nombre Kim Akainik. Ella, de la mano de señas, lleva a viajar a las niñas y niños, a un lugar mágico donde los seres de la naturaleza son lo más importante y bello del planeta.
También la obra muestra las imperfecciones de la naturaleza. El compartir con sus habitantes, denota de parte de Kim, la no discriminación con lo que la madre tierra le ha entregado como hábitat. Es así como el respeto a la diversidad, se manifiesta desde la aceptación del juego con una mosca hasta con una natural cuncuna… “Kunkuninki”.