Un relato es una narración breve cuya finalidad es contar un suceso histórico o un hecho o situación que haya marcado la memoria de un grupo humano. Contiene un inicio, un desarrollo y un desenlace, y generalmente es narrado en tiempo pasado.

Se utiliza para transmitir a las nuevas generaciones los sucesos pasados, sin sobrecargar de información y habitualmente contienen una enseñanza o moraleja. En un relato de carácter histórico, se da fuerza a los sucesos y detalles más importantes, respetando el orden cronológico.

En un relato de tipo cultural se enfatizan elementos propios o característicos de una cultura específica, que pueden estar asociados a un territorio puntual y sus componentes naturales y humanos distintivos, articulando la relación entre el ser humano y su entorno o medio.

En el mundo mapuche el Epew es un tipo de relato oral en que se narran sucesos ficticios, habitualmente protagonizados por animales y pájaros personificados. Estas narraciones tienen la función de entretener, y también cumplen con un propósito didáctico y se usa para transmitir a los niños y jóvenes valores como la honradez o la lealtad, entre otros.

Estos relatos se desarrollan y recrean en el ámbito familiar, donde las personas mayores son los encargados de transmitirlos a los niños y niñas, destacando cualidades positivas y valores de los personajes del cuento junto con una enseñanza o moraleja, y a través de la presente propuesta artística y cultural, se ponen a disposición de establecimientos educacionales mayoritariamente rurales de La Araucanía o Wallmapu.

El patrimonio es un regalo que recibimos de nuestros antepasados, que debemos cuidar y preservar para entregarlo a nuestros descendientes.

Existe el patrimonio natural, por un lado, que se refiere a los espacios naturales que ya sea por su belleza o por su función social, cultural o científica es necesario conservar (por ejemplo, las flores del desierto); y existe, por otro lado, el patrimonio cultural, que son las manifestaciones culturales materiales e inmateriales tanto de nuestros antepasados como las nuestras. El patrimonio cultural, a su vez, se divide en dos categorías: patrimonio cultural tangible e intangible.

Ejemplos de patrimonio cultural tangible inmueble es la Casa de Máquinas del Museo Nacional Ferroviario Pablo Neruda de Temuco, y ejemplo de patrimonio cultural tangible mueble son los cuadros que conserva La Casa del Arte de Concepción.

Son ejemplos de patrimonio cultural intangible los bailes chinos y el Mapudungun , portados por personas que suelen ser reconocidas como Tesoros Humanos Vivos.

La particularidad más importante del patrimonio cultural, es que se va construyendo en conjunto con la comunidad -es decir, con las personas- por ser relevante para su identidad, memoria e historia.